De formación autodidacta, Ben Kirán, de 58 años de edad, lleva más de 20 años pintando. Sus inicios en la pintura se producen cuando ya poseía una dilatada experiencia dentro del mundo del comercio de artesanía. De hecho buena parte de sus primeros trabajos son encargos para decoración mural.
En palabras del propio artista, sus fuentes de inspiración se encuentran en el patrimonio y artesanía popular, los trazados geométricos de la azulejería y la caligrafía, teniendo como referentes los maravillosos trazados de la Alhambra, y los azulejos de Tetuán y Sevilla.
Su argumentario estético transita por la arquitectura urbana medieval, paisaje de sutiles y contrastados colores, al igual que trata de conectar las formas ordenadas de las teselaciones geométricas de la azulejería, con aquellas más rítmicas que se producen en el gesto de la escritura, y donde la ambigüedad entre significado y significante encuentra su más alto valor.
Ben Kirán se siente feliz por haber sido capaz de transformar su hobby en su trabajo y vivir de ello.